
El cambio climático plantea numerosos riesgos para la salud humana. Algunos de sus impactos en la salud ya se están sintiendo en Estados Unidos. Necesitamos proteger a nuestras comunidades protegiendo la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas frente a los impactos del cambio climático. Muchas comunidades ya están tomando medidas para abordar estos problemas de salud pública y reducir el riesgo de daños.
FONDO
Cuando quemamos combustibles fósiles, como el carbón y el gas, liberamos dióxido de carbono (CO2). El CO2 se acumula en la atmósfera y provoca el aumento de la temperatura de la Tierra, de forma similar a como una manta retiene el calor. Este calor adicional atrapado altera muchos de los sistemas interconectados de nuestro entorno. El cambio climático también podría afectar la salud humana al hacer que nuestro aire sea menos saludable para respirar. El aumento de las temperaturas provoca un aumento de alérgenos y contaminantes atmosféricos nocivos. Por ejemplo, las estaciones cálidas más largas pueden significar temporadas de polen más largas, lo que puede aumentar las sensibilizaciones alérgicas y los episodios de asma, y disminuir la productividad laboral y las jornadas escolares. El aumento de las temperaturas asociado al cambio climático también puede provocar un aumento del ozono, un contaminante atmosférico nocivo.
LA CONEXIÓN ENTRE EL CLIMA Y LA SALUD
La disminución de la calidad del aire conlleva una serie de riesgos y preocupaciones para la salud:
Según la Evaluación Nacional del Clima, el cambio climático afectará la salud humana al aumentar la contaminación atmosférica por ozono troposférico y/o material particulado en algunos lugares. El ozono troposférico (un componente clave del smog) se asocia con numerosos problemas de salud, como la disminución de la función pulmonar, el aumento de los ingresos hospitalarios y las visitas a urgencias por asma, y el aumento de las muertes prematuras.
El aumento y la magnitud de los incendios forestales asociados al cambio climático también podrían reducir significativamente la calidad del aire y afectar la salud de las personas de diversas maneras. La exposición al humo aumenta las enfermedades respiratorias agudas (de aparición repentina), las hospitalizaciones respiratorias y cardiovasculares, y las consultas médicas por enfermedades pulmonares. Se prevé que la frecuencia de los incendios forestales aumente a medida que las sequías se vuelvan más frecuentes.
La exposición a alérgenos causa problemas de salud a muchas personas. Cuando las personas sensibles se exponen simultáneamente a alérgenos y contaminantes del aire, las reacciones alérgicas suelen agravarse. El aumento de contaminantes del aire agrava aún más los efectos del aumento de alérgenos asociado con el cambio climático. Las personas con alergia al polen pueden tener un mayor riesgo de sufrir efectos respiratorios agudos.
ACCIONES QUE PODEMOS TOMAR PARA PREPARARNOS ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO
Podemos gestionar responsablemente los problemas que enfrenta nuestro medio ambiente adoptando medidas sensatas para proteger la salud y la seguridad humanas. Ya sea que las medidas estén destinadas a reducir los impactos futuros del cambio climático o a abordar los impactos del cambio climático en la salud que ya están ocurriendo, la acción temprana proporciona los mayores beneficios para la salud. Es lógico invertir en la creación de los programas de adaptación y preparación para la salud climática más sólidos posibles.
Reducir la liberación de gases que retienen el calor, como el CO2, puede ayudar a proteger nuestra salud y bienestar al disminuir su impacto en el sistema climático. Las actividades que reducen la cantidad de CO2 en la atmósfera son, en gran medida, las mismas que ya sabemos que previenen problemas de salud. Los medios de transporte activos, como la bicicleta o caminar, pueden ayudar a reducir la contaminación atmosférica relacionada con el tráfico y fomentar la actividad física, lo cual tiene beneficios para la salud pública, como la reducción de las tasas de obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes.
ACCIONES QUE PODEMOS TOMAR PARA PREPARARNOS ANTE EL IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA CALIDAD DEL AIRE
También debemos tomar medidas para que nuestras comunidades sean menos vulnerables a los impactos del cambio climático que ya están en curso. Muchas comunidades ya están abordando problemas de salud sensibles al clima. Para gestionar las amenazas a la salud asociadas con la calidad del aire, existen diversas respuestas eficaces de salud pública.
El Índice de Calidad del Aire de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (Airnow.gov) es una herramienta que ayuda al público a saber rápidamente cuándo es probable que la calidad del aire alcance niveles insalubres. Estos pronósticos, compartidos en línea y a través de estaciones de televisión, programas de radio y periódicos locales, ayudan a las personas a reducir su exposición modificando el tipo y la ubicación de su actividad física.
Las personas con alergia al polen pueden limitar su actividad física al aire libre en los días con altos niveles de polen.
Las decisiones de planificación del transporte y del uso del suelo que incorporan modos de transporte activos pueden reducir los kilómetros recorridos por los vehículos y disminuir la contaminación del aire relacionada con el tráfico.
Por ejemplo, el Programa de Seguimiento de la Salud Ambiental del Estado de Nueva York ayudó a Nueva York a identificar conexiones locales entre el ozono a nivel del suelo y las hospitalizaciones por enfermedades respiratorias en niños.
Holtop tiene los productos de conductos sin conductosventiladores de recuperación de calor residencialesyventiladores de recuperación de calor comerciales.
If you are interested in Holtop heat recovery ventilators, please send us an email to sale@holtop.com or send inquires to us.
Para obtener más información, visite:https://www.cdc.gov/climateandhealth/pubs/calidad-del-aire-final_508.pdf
Hora de publicación: 08-ago-2022