Soluciones para la calidad del aire interior: aire acondicionado y ventilación limpios

Aire acondicionado limpio
En los últimos años, la gente ha mostrado un mayor interés por la calidad del aire interior (CAI). Se ha redescubierto su importancia en un contexto de: el aumento de las emisiones de gases de las actividades industriales y los automóviles; el aumento de los niveles de PM2.5 (partículas con un diámetro de 2,5 micrómetros o menos, presentes en la arena amarilla, que están en aumento debido a la desertificación y contribuyen a la contaminación atmosférica); y la reciente propagación del nuevo coronavirus. Sin embargo, dado que la calidad del aire es invisible, resulta difícil para la población general comprender qué medidas son realmente eficaces.

Los aires acondicionados son dispositivos estrechamente relacionados con la calidad del aire interior (CAI). En los últimos años, se espera que los aires acondicionados no solo ajusten la temperatura y la humedad del aire interior, sino que también incluyan funciones que mejoren la CAI. Contrariamente a esta expectativa, el propio aire acondicionado puede convertirse en una fuente de contaminación del aire interior. Para evitarlo, se han implementado diversos avances tecnológicos.

El aire interior circula dentro de la unidad interior del aire acondicionado. Por lo tanto, cuando la unidad interior está en funcionamiento, diversas sustancias en suspensión, como bacterias y virus, se adhieren y acumulan en sus componentes, como intercambiadores de calor, ventiladores y conductos de aire, lo que la convierte en un caldo de cultivo para estos microorganismos en determinadas circunstancias. Estas sustancias también se liberan en la habitación durante el funcionamiento del aire acondicionado, lo que provoca problemas como la adhesión de olores y microorganismos en paredes, suelos, techos, cortinas, muebles, etc., además de la difusión de olores desagradables en las habitaciones. En particular, al inicio de la temporada, al poner en funcionamiento el aire acondicionado, puede surgir un olor desagradable con el flujo de aire debido a los depósitos acumulados y eutrofizados de diversos microorganismos en su interior, lo que puede causar una gran incomodidad a los usuarios.

Inicialmente, la función de mejora de la calidad del aire interior (CAI) de los aires acondicionados split (RAC) era sencilla e incluía purificadores de aire con precipitador electrostático. Sin embargo, debido a las limitaciones de espacio para instalar el precipitador electrostático con funciones completas, las funciones de mejora de la CAI de estos RAC no podían igualar el rendimiento de los purificadores de aire con precipitador electrostático dedicados. Como resultado, los RAC con un rendimiento insuficiente de recolección de polvo finalmente desaparecieron del mercado.

A pesar de estos contratiempos, persistía una gran necesidad de mejorar la calidad del aire interior, como la eliminación del humo de cigarrillo, los olores a amoníaco y los compuestos orgánicos volátiles (COV). Por lo tanto, se ha continuado el desarrollo de filtros que satisfagan estas necesidades. Sin embargo, estos filtros utilizan materiales como espuma de uretano y tela no tejida impregnada con carbón activado, adsorbentes, etc., y presentan una fuerte resistencia a la ventilación. Por ello, no se podían distribuir sobre toda la superficie del puerto de succión de aire del aire acondicionado, por lo que presentaban un rendimiento desodorizante y esterilizante insuficiente. Además, la capacidad de adsorción de los filtros desodorizantes y esterilizantes se deterioraba a medida que avanzaba la adsorción de componentes olorosos, y era necesario reemplazarlos aproximadamente cada tres a seis meses. Debido a la necesidad de reemplazar los filtros y a su alto costo, existía otro problema: el aire acondicionado no podía utilizarse de forma continua.